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domingo, 2 de enero de 2011

EL ARBOL DEL BIEN Y DEL MAL. 1ª Parte: "AVATAR", EL ARBOL DEL BIEN


Cabe preguntarse si se puede aportar, a estas alturas, algo más que no se haya dicho, escrito o grabado en cualquier formato sobre la película mejor vendida de la historia del cine. Me temo que no, y que seguramente no haya mucho más que añadir al debate en torno a su valor cinematográfico, pero algo parecido pudo haberse cuestionado J. Cameron, o al menos así lo formularon los medios, cuando planeaba recrear un nuevo escenario para una vieja historia, ¿sería capaz de desarrollar la técnica lo suficiente como para dar con algo que pudiera suponer un antes y un después en el cine?

Es incuestionable que ha conseguido un espectacular desarrollo de la tecnología digital en 3D, pero yo creo que más que de revolución debiéramos hablar de evolución (y que cada uno le otorgue el grado que crea conveniente), por lo menos para la industria que parecía vivir momentos de cierto estancamiento técnico e involución mediática, creativa y económica. En cuanto a su importancia como precursora de una nueva forma de entender el lenguaje del cine, pienso que nunca ha sido el objetivo de su director plantearse “El acorazado Potemkin” o el “Ciudadano Kane” del Siglo XXI, sino más bien hacer realidad un sueño personal, con su estilo personal. Y es precisamente a nivel de los sueños y de los mitos donde debiéramos buscar las razones del éxito de este director, de esta película y de muchas de películas de éxito universal ("Matrix", “El Señor de los anillos”), en su capacidad de materializar los ideales inconscientes universales a través de unos medios técnicos que facilitan su verosimilitud y la absorción inmediata por parte del espectador.

El poder de seducción de Avatar reside en esa acertada fusión entre dos de los fenómenos que más fascinación despiertan en la especie humana desde la noche de los tiempos: la tecnología y el relato mágico-mitológico. Nos encantan los inventos de última generación y que nos cuenten historias, y el cine representa la forma de expresión donde mejor conviven y prosperan juntas dichas experiencias, y explica el triunfo del cine a nivel popular sobre las demás artes.

Otro ejemplo del feliz encuentro entre técnica y simbología fue “La guerra de las Galaxias” de G. Lucas, con un cambio cualitativo a nivel de efectos especiales y una declarada fuente de inspiración mitológica como es el libro “El héroe de las mil caras” de J. Campbell.

Tanto "Star Wars" como "Avatar" escenifican el enfrentamiento entre el héroe de leyenda y las fuerzas del mal que quieren romper la armonía de sus universos y lo hacen al estilo de "David y Goliat", otro mito bíblico. Pero siempre ha existido otro tipo de héroe anónimo sosteniendo un tercer gran pilar innovador sobre el que se ha erigido otro tipo de mito cinematográfico, que en alguna ocasión sí ha conseguido revolucionar el cine, cambiando simplemente la forma de escoger y presentar las imágenes, sacando a la calle las cámaras para filmar el drama de lo cotidiano como en el neorrealismo italiano, o por volver a la ciencia ficción la inaprensible “Solaris” de A. Tarkovsky que supone también un viaje físico a otro planeta mental, sin efectos especiales (apenas dos trucos rudimentarios) y sin el más mínimo gesto de heroicidad.

Está claro que no es este el pilar que sostiene a “Avatar”, estamos en la fábrica de sueños USA, en una de sus más grandes producciones, así que cabía esperar que aplicaran la fórmula que les ha permitido conquistar el mercado internacional, respetando unos “principios” de calidad en el mínimo detalle y en el máximo gasto, aplicando unos “medios” lo más espectaculares posibles y por supuesto un “final” made in Hollywood. Así que esta película proyecta sobre la pantalla una historia sencilla, previsible y con parecidos razonables con otros films, y lo hace de tal forma que todos aquellos que consigan traspasarla entrarán literalmente en otro mundo y los demás se quedarán fuera.

No es un relato original, pero si universal y juegan con esta baza: su capacidad para remover el trasfondo mitológico donde se encuentran los arquetipos que los humanos llevamos grabados a fuego en nuestros genes culturales, ese fuego de las hogueras alrededor del cual se transmitían de forma oral los relatos que daban cohesión y sentido al grupo (como el de la unión con el alado Toruk) y que ahora hemos sustituido por todo tipo de pantallas donde se actualizan esos cuentos a través de películas y series.

En Pandora destaca como eje central de todo el tejido de creencias en torno a la Madre Tierra su avatar, el árbol sagrado, símbolo común a todas las culturas, en este caso, ARBOL DEL BIEN: de la vida, luminoso, fértil, con semillas espirituales, catalizador de la vida que le rodea y bajo el cual se dan cita lo masculino-femenino y los rituales sagrados de iniciación del héroe (para llegar a “ver”) conducidos por la mujer-madre chamán, que funciona como mediadora entre lo sagrado y su pueblo.
Pero es un árbol que comparte la doble naturaleza de la Madre Tierra, que da y quita la vida, y aunque ya se manifiesta su influencia en la lucha por la supervivencia en este film, si queremos ver desplegado todo el poder de su lado oscuro, conviene más arriesgarse en un film de la naturaleza del  “Anticristo” de L. V. Trier.

6 comentarios:

  1. Me gustaría darte las gracias por tu reflexión sobre Avatar,porque gracias a ella, al fin he podido comprender por qué le gusta a todo el mundo esta película.A mi personalmente me ha parecido que estaba viendo un videojuego,un montón de muñecotes de colorines con un mensaje ecológico de lo más simple y con una estética de lo más hortera en ciertos momentos(el look de Sigourney Weaver con camiseta de tirantes de basket....).No creo que haya marcado un antes y un después en el cine,mas bien es una peli inofensiva y de lo más entretenida y que como tu muy bien dices "ha sido la pelicula mejor vendida de la historia".
    Me ha encantado el comentario que haces sobre la tecnología y el relato mágico-mitológico y ha sido todo un acierto plantear Avatar VS Anticristo.Muy buena eleccion!

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  2. Gracias a ti por tu comentario, me alegra saber que alguna de las ideas que se desarrollan en el texto pueda ser útil a la hora de desvelar las claves de un fenómeno de la repercusión de “Avatar”, que, en mi opinión, supura con creces la complejidad de la película en sí misma.

    Yo al principio me sentí muy alejado de lo que me estaba proponiendo la película, posiblemente por ese planteamiento argumental de fondo, demasiado “simple” y evidente para el despliegue mediático que le precedía, que sí que daba la impresión de ser una demo alargada, pero además con la impresión de estar jugando el videojuego conmigo, más que yo con él. Una vez asumida la verdadera naturaleza de una historia conocida, la forma en que se despliega el detallado imaginario estético de un mundo desconocido, me pareció espectacular en 3D, y como bien dices, muy entretenido.

    El mayor o quizás único punto de inflexión que ha marcado “Avatar” radica en la recaudación, puesto que el sistema de las gafas existía desde hacía muchos años, pero nunca se había mostrado tan rentable y es muy posible que no lo vuelva a ser hasta la siguiente entrega de la saga.

    Muchas gracias de nuevo por tus amables palabras, y espero poder seguir aportando alguna idea aprovechable.

    Un saludo.

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  3. Hola Txusfin,

    Voy recuperando poco a poco algunas de tus entradas, garantizas un enfoque interesante de las películas.

    En el caso de "Avatar" estoy muy de acuerdo en tu valoración. Un nivel sobresaliente a nivel técnico y de entretenimiento, maravillado ante el despliegue visual 3D como queda un niño cuando le cuentan una historia de aventuras o terror, pero con la consciencia del adulto de que se nos está vendiendo un producto-historia que ya tenemos, sólo que mejor envuelto.

    En eso acierta Cameron: una historia, unos totems, que alcanzan el mayor rango de públicos posible para lograr el objetivo recaudatorio.

    Un saludo!

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  4. Gracias Syrio, tus opiniones garantizan que merezca la pena seguir escribiendo.

    Si que da la impresión de que crearon un nuevo mundo, pero no una nueva antropología, y que del mismo modo que la “Disney” otorga a los animales y a los objetos rasgos humanos, Cameron y su equipo tiraron de manual del buen salvaje para que sus extraterrestres fueran fácilmente reconocibles y capaces de despertar nuestra empatía emocional. Desde luego, no tienen nada que ver con otras formas alienígenas cinematográficas realmente perturbadoras; de hecho aquí, son los humanos los que juegan ese papel.

    Y siguiendo con la comparación con “Star Wars”, tengo la esperanza de que una vez conseguido ese éxito comercial, la continuación de la saga “Avatar” se enriquezca más allá de la taquilla, como ocurrió, según mi opinión, con “El imperio contraataca”, que ganó en madurez sin perder las virtudes de su predecesora.

    Creo que ahora que van a disponer de más tiempo, con el escenario ya definido y dadas las dimensiones físicas del planeta y económicas del proyecto, podrán dedicarse a dar mayor profundidad a los protagonistas, y no debieran tener problemas para dar vida a nuevos personajes e interesantes variantes de vida inteligente que no caigan en el infantilismo de los Ewoks.

    Un saludo!

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  5. Buen objetivo para Cameron. Ojalá enfoque la segunda parte desde el terreno de las ideas (que no tienen porque dejar de ser comerciales) y no se deje tentar por el lado oscuro del dinero y los récords de taquilla.

    Es una buena comparación, me encanta "El Imperio Contraataca".

    saludos!

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  6. Ojalá, porque es verdad que la capacidad de seducción de ese lado oscuro es muy poderosa, pero si al final sucumbe, espero que el resultado comercial no sea incompatible con la calidad y la originalidad y así ganemos todos.

    Gracias Syrio, por acercarte una vez más y compartir tu opinión.

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